miércoles, 6 de junio de 2012

Las leyes contra la discriminación

A diferencia de la alternativa que prescribe de manera general observar la tolerancia como forma de vida en circunstancias de creciente pluralidad, la propuesta legal promueve el establecimiento o la creación de leyes contra la discriminación y el racismo. Esta modalidad, hay que decirlo, es una alternativa derivada de la anterior que reconoce la legitimidad de la tolerancia para enfrentar al racismo, pero que a diferencia de aquélla plantea, mediante la ley, un elemento disuasivo de la exclusión fundada en la discriminación racial.
Los sustentos legales de esta fórmula quizá haya que ubicarlos en la ya lejana declaración de los derechos del hombre y el ciudadano, de 1789. Pero sin duda, la referencia obligada es la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, pues en su marco se formó la iniciativa que habría de dar origen a la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, aprobada por las Naciones Unidas en 1965.
Ciertamente, algunas constituciones políticas desde mucho antes contenían enunciados que buscaban prevenir la discriminación fundada, entre otras razones, en el racismo, como es el caso de la Constitución Política de México en su artículo primero. Pero la verdadera iniciativa de luchar en contra de la discriminación racial mediante la ley data de 1965. Y en esto hay que tener en cuenta el papel catalizador de los horrores racistas ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial y de las secuelas que ese fenómeno siguió proyectando hacia finales de la década de 1950 y principios de 1960 (Lerner, 1991: 68).
La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, en el párrafo inicial de su artículo primero, señala que la discriminación racial...

... denota toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública (Lerner, 1991: 72).

Según prescribe la misma convención en su artículo segundo, los Estados que la han suscrito se comprometen...

... a no incurrir en ningún acto o práctica de discriminación racial contra personas, grupos de personas o instituciones y a velar porque todas las autoridades e instituciones públicas, nacionales y locales, actúen en conformidad con esta obligación (Lerner, 1991: 75).

Más aún, el artículo cuarto señala, entre otras, las siguientes obligaciones de los Estados:

a.
declarar punible conforme a la ley toda difusión de ideas basadas en la superioridad o en el odio racial, toda incitación a la discriminación racial, todo acto de violencia o toda incitación a tales actos, así como toda asistencia a las actividades racistas, incluida su financiación;
b.
declarar ilegal y prohibir las organizaciones que promuevan la discriminación racial e inciten a ella, así como la propaganda racista;
c.
impedir que las autoridades o instituciones públicas, nacionales o locales, promuevan la discriminación racial o inciten a ella

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CONCEPCIÓN ARENAL

"Sustituir el amor propio por el amor a los demás es cambiar un tirano insufrible por un buen amigo."



"El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído."



"No es tan culpable el que desconoce un deber como el que lo acepta y lo pisa."



"A veces damos el nombre de favor a la justicia, y creemos de muy buena fe que fuimos buenos y generosos cuando no hemos sido más que justos."

DE LAS AULAS A LAS EMPRESAS


Burgos
El Ministerio de Educación subvenciona con 877.590 euros un total de 34 proyectos de innovación y transferencia del conocimiento impulsados por centros de Formación Profesional •

HERRERA PONE A ASPANIAS DE EJEMPLO DE INSERCIÓN LABORAL

La Junta diseña un nuevo modelo para las personas con discapacidad que integre el ámbito formativo, el ocupacional y el propio empleo, como viene haciendo la asociación burgalesa
Una de las líneas estratégicas de la Junta de Castilla y León en el ámbito de la discapacidad tiene que ver con el acceso al empleo, ya que su integración en el mercado laboral «garantiza el gran objetivo de la participación y la autonomía de estas personas», tal y como destacó Juan Vicente Herrera.El presidente de la Junta anunció ayer en el Complejo Laboral de Aspanias la apuesta del Gobierno regional por un nuevo modelo que integre el ámbito formativo, el ocupacional y el empleo para que las personas con discapacidad puedan dar el salto desde el sistema educativo al mercado laboral.El proyecto de la Junta consta de cuatro fases decisivas en el desarrollo de cualquier persona con discapacidad. En primer lugar estaría la formación profesional, con unos estudios que sirvan para aprender un oficio. De ahí el paso siguiente sería su ingreso en un centro ocupacional, una fase prelaboral que permite adquirir unas habilidades concretas en un puesto de trabajo real. En Castilla y León existen 180 centros de día u ocupacionales que dan servicio a 8.500 personas con discapacidad. «Aquí estamos haciendo un especial hincapié para transformar una buena parte de estos centros ocupacionales en la tercera categoría: centros especiales de empleo», añadió Herrera.Estamos hablando ya de empresas en el sentido amplio de la palabra. Proyectos empresariales sólidos que dan empleo de calidad y con todas las consecuencias: salario, productividad y acceso al mercado. Castilla y León cuenta con 170 centros de empleo de este tipo que dan trabajo a 4.000 personas con discapacidad. Y por último solo quedaría la plena integración en empresas normalizadas e incluso el autoempleo.El Complejo Laboral de Aspanias cumple las cuatro fases del proyecto de la Junta. Por eso Juan Vicente Herrera puso de ejemplo el trabajo de la asociación burgalesa: «Aspanias ha llegado a configurar un verdadero itinerario profesional para las personas con discapacidad que sirve de modelo porque agrupa y concentra estos cuatro ámbitos: centro de formación profesional con 64 alumnos; en el ámbito ocupacional cuenta con 266 plazas concertadas, y el centro especial de empleo, que da trabajo a 206 personas con discapacidad y a 44 personas profesionales de apoyo. Aspanias culmina el itinerario con 61 personas con discapacidad trabajando en el mercado abierto».